jueves, 16 de mayo de 2013

CÉSAR EN HISPANIA

la primera vez que César llegó a Hispania tenía 33 años y lloró en la bahía de Cádiz  al recordar que a su edad Alejandro Magno había conquistado el mundo y él acababa de  ser nombrado Cuestor ( primer cargo del "cursus honorum") de la Hispania Ulterior.
Según  nos cuenta Suetonio:
“Habiendo ido César a Cádiz observó cerca del templo de Hércules una estatua de Alejandro Magno. Empezó entonces a lamentarse y, disgustado por su inacción, pensando que todavía no había hecho nada memorable a la edad en la que Alejandro había ya sometido toda la tierra, pidió un permiso para regresar cuanto antes a Roma y aprovechar las ocasiones de hacerse notar”. 
 En el 61 a. C. fue nombrado Pretor de la Hispania Ulterior. César lleva a cabo una campaña contra los lusitanos, a los que pretende trasladar a la llanura. Su éxito y los recursos navales con los que contaban, empujan a César a intentar una expedición marítima contra los pueblos del norte del Duero, los galaicos, llegando hasta Brigantium (La Coruña).
Ya en el marco de la Guerra civil entre César y Pompeyo, César vuelve a  Hispania con el objetivo de neutralizar la fuerza de Pompeyo en la Península, donde tenía una gran red de clientes. En el 49 a. C. César derrota a las legiones fieles a Pompeyo en la batalla de Ilerda. Cuando marcha a Hispania dice: " me enfrentaré primero a un ejército sin general y después a un general sin ejército".
     En Hispania había muchos partidarios de Pompeyo, y sus hijos Cneo y Sexto Pompeyo junto a Labieno, aprovecharon estos apoyos. César mandó contra ellos un destacamento naval y los derrotó, pero en tierra los pompeyanos eran más fuertes, así que César, tras celebrar su triunfo en Roma, asumió personalmente el mando de las operaciones y se trasladó a Hispania, a donde llegó en diciembre.Su necesidad por controlar Hispania era tal que realizó un viaje de más de 2400 km. en menos de un mes.
La batalla decisiva tuvo lugar en Munda (cuya ubicación actual en la Bética no se conoce con seguridad), el 17 de marzo del 45 a. C., fue una batalla encarnizada en la que fue decisiva la actuación de César que al concluir dijo: "he luchado a menudo por conseguir la victoria, pero hoy por primera vez me he batido por mi vida". Según escribe en sus Comentarios a la Guerra Civil, por un momento vio la batalla perdida y pensó en suicidarse, pero gracias a la Legión XIII y a una confusión en las filas enemigas, pudo alzarse con la victoria y dirigirse a Roma para ser nombrado Dictador perpetuo, cargo que, sin embargo, no llegaría a desempeñar ni un año.

esar lleva a cabo una campaña contra los lusitanos, a los que pretende desalojar de laregión montañosa que habitan y trasladarlos a la llanura. Para ello contaría con la ayudade Balbo que organizo el envió de una flota de casi un centenar de barcos. El éxitologrado y la disposición de estos recursos navales empujan a Cesar a intentar unaexpedición marítima contra los pueblos del norte del Duero, los galaicos, que hastaentonces habían permanecido al margen del contacto con Roma, bordeando la costa,alcanzo el extremo noroccidental de la península hasta Brigantium (La Coruña)obligando a su paso a las tribus galaicas a reconocer la soberanía romana sobre esosterritorios.El resto de su gestión a su regreso de la Lusitania fue afianzar su clientela en laPenínsula Ibérica


"Después de esto ocupó Munda y las otras ciudades.... impuso tributos, tanto que no respetó siquiera los exvotos depositados en el templo de Hércules de Gades. A algunas ciudades les quitó una parte de su territorio; a otras les impuso un aumento de impuestos; de este modo se comportó con las ciudades que se le habían opuesto. A las que le habían apoyado de cualquier manera, les concedió tierras y las eximió de impuestos, e incluso a algunas les dio también el derecho de ciudadanía romana. A algunas poblaciones les otorgó el rango de colonias de Roma, pero tampoco este privilegio se les daba a cambio de nada
Dión Cassio, Historia romana 43, 39, 4-5

No hay comentarios:

Publicar un comentario